• Posted in February 2015


En ocasiones la calidad de vida de mucha gente se ve reducida a causa del estrés. El estrés por sí­ solo no es más que una etiqueta de una respuesta cinestésica de nuestro cuerpo. Los cambios fí­sicos que se producen son: el incremento del ritmo cardiaco, secreción de adrenalina, secreción de hormonas de noradrenalina, la sangre se agolpa en los músculos y las articulaciones para una mayor actividad fí­sica, etc. Hay gente que incluso llega a sentir náuseas o fuertes sensaciones internas como consecuencia del aumento del ritmo cardiaco y la descarga de adrenalina en el cuerpo.

Ciertas personas están como “enganchados al estrés” y encuentran motivación en esos momentos estresantes, repiten un patrón que consiste en procrastinar hasta el último momento y es entonces cuando gracias a la descarga de adrenalina consiguen una gran motivación. Para este tipo de gente no hay muchas opciones, solo se motivan cuando están estresados. La parte lí­mbica del cerebro necesita activarse para que esta gente “vayan a por todas”, estado en el que realmente consiguen concentrarse. Esta gente se crecen en situaciones estresantes y tal es así­ que ellos mismos las buscan cuando el estrés no está presente. Cuando hago de coach para estos “enganchados al estrés” el objetivo es crear alternativas, de modo que ellos pueden ser proactivos a la hora de elegir en lugar de esperar a estar estresados para sentirse motivados.

Luego tenemos el caso contrario, la gente que se paraliza con el estrés por estar saturados a nivel sensorial. Las sensaciones en el cuerpo son tan intensas que pierden la capacidad de elegir. De repente se vuelven inactivos cuando la parte lí­mbica del cerebro manda las seí±ales al cuerpo.

Y otros corren, huyendo del estrés se van lo más lejos posible, lo que puede ser inapropiado en muchos contextos.

El estrés podrí­a presentarse como una respuesta a los estí­mulos externos. La gente experimenta estrés en el trabajo, por causas económicas, por asuntos familiares, por preocupaciones que derivan de las relaciones, etc… Mientras que estas situaciones pudieran ser los factores externos causantes del estrés, al final la gente interioriza estas vivencias, estresándose. Esto significa que lo que les produce estrés bien pudieran ser las imágines y sonidos de los eventos que todaví­a no han sucedido así­ como los recuerdos del pasado. Cuando la mente procesa un evento el cerebro no diferencia entre realidad y ficción de modo que el estrés se puede manifestar fí­sicamente cuando no hay un factor externo que realmente lo produzca.

Es importante destacar que el estrés es una seí±al de la mente inconsciente, y nos dice que hay algo a lo que debemos prestar atención. En otras palabras, el estrés es un mensaje de la mente inconsciente. Yo propondrí­a prestar atención a ese mensaje y así­ liberarnos del estrés.

    Tipos de mensajes:
  • Acabar el informe a tiempo.
  • Hacer una buena presentación.
  • Mantenerse saludable.
  • Prestar atención a las necesidades de tus hijos.

Para toda situación de estrés hay un detonante y muchos no son conscientes de cuál es, ya que el momento en el que este detonante tiene lugar se encuentra mucho antes de que el estrés se manifieste. Los detonantes están basados en los sentidos y se disparan en situaciones de estrés por los eventos externos.

    Tipos de detonantes:
  • El tono de la voz del jefe en la reunión matinal.
  • La imagen del tráfico.
  • El volumen del llanto de un nií±o.
  • Cierta forma en la que te mira tu pareja.

El estrés pudiera no aparecer instantáneamente con los detonantes aquí­ mencionados, sin embargo su acumulación llevará a su aparición.  Por ejemplo, después de haber oí­do el tono de voz del jefe durante todo el dí­a, el estrés empieza por la tarde. Dicho esto, solo el hecho de pensar en el detonante (la voz del jefe), este se disparará dando así­ paso a la aparición del estrés.

A continuación se explica un sencillo ejercicio que te ayudará a identificar los detonantes y el mensaje que el estrés te está mandando de manera que puedas deshacerte de la presión que tu cuerpo esté sufriendo.

Desde la posición del observador, crea en tu mente una pelí­cula de la situación en la que experimentas el estrés, presta atención a lo que ves, oyes y sientes dentro de ese contexto. Presta atención al punto donde se originó el detonante.

Posiciónate en el momento donde ocurre el estrés, revive la experiencia, presta atención al detonante y cuando lo notes, respira y salta a tercera persona.

    Desde la posición de observador pregúntate:
  • ”¿ Cuál es el mensaje que el estrés tiene para mí­?”
  • ”¿Cómo puedo prestar atención a este mensaje y así­ deshacerme del estrés?”
  • ”¿En este punto cuál serí­a la mejor alternativa al estrés?”

Una vez creada una respuesta fí­sica diferente en el punto donde se encuentra el detonante, ver y escuchar la pelí­cula con esta nueva respuesta diferente. Asegúrate de prestar atención al mensaje.

Vuelve a meterte en la pelí­cula y experimenta ahora el evento con esta nueva respuesta, la mejor alternativa que has elegido, en el punto donde se encuentra el detonante.

Todos tus comportamientos han sido aprendidos de diferentes maneras, algunos los has aprendido a través de la experiencia y otros simplemente los has copiado de tu entorno. Los seres humanos son muy rutinarios, una vez aprenden un patrón se crea lo que Gregory Bateson llamó redundancia. Esto significa que dentro de un contexto dado hay una tendencia natural hacia una determinada reacción y todas las demás opciones son superfluas. PNL es la herramienta que te ayuda a crear opciones en cualquier situación, de tal modo que puedes usar PNL en momentos de estrés para que cuentes con un gran abanico de posibilidades que te ayuden a mejorar tu calidad de vida. Disfruta!

 

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